Las compañías más internacionalizadas hacen escuelas, protegen el medio ambiente y activan la solidaridad allá en donde tienen filiales con políticas de responsabilidad social corporativa.

La reputación de una empresa se mide en su cuenta de resultados. Dicen en las escuelas de negocios que el 80 % del valor de las compañías actuales reside en «lo intangible», por eso cada vez son más las corporaciones que se aferran a la bandera del compromiso y la responsabilidad social.

No es altruismo, no es filantropía, aunque puede que algo de eso haya. La consultora IMD (Parque Tecnolóxico de Ourense), experta en mejora de la reputación de la empresa, afirma que la responsabilidad social corporativa (RSC) aporta una mejora de la reputación de la compañía y la fidelización de los clientes.

Según el Ministerio de Exteriores y Cooperación, las sociedades españolas destinan 1.000 millones de euros anuales en proyectos que benefician de forma directa a 25 millones de personas y genera ganancias superiores a los 40.000 millones.

Entre ellas hay muchas firmas gallegas, entre las que destacan las que están realizando una labor social en otros países, casi siempre allí donde han asentado filiales. Inditex, Pescanova, Calvo o Jealsa asumen metas cada vez más amplias en diferentes ámbitos, desde el ecológico -como el uso de energías limpias- hasta el laboral, vigilando, por ejemplo, que sus proveedores no exploten mano de obra con jornadas interminables, o propiciando la igualdad de oportunidades para los discapacitados.

Entre las pioneras en llevar el compromiso social a los países en los que trabaja está Pescanova. A pesar de los últimos tres años de dificultades, en los que el grupo ha tenido que superar un concurso de acreedores, su actividad no se ha detenido. Ahora, ya estabilizada, retoma su compromiso con más ímpetu.

Guardería Pescanova

«Apostamos por acciones encaminadas tanto a la donación de alimentos, como al apoyo a la educación de los hijos de empleados e inclusión laboral. Tratamos de generar valor añadido a los habitantes de todos los entornos en los que estamos», explica Ignacio González, consejero delegado del grupo. Cita por ejemplo la guardería de Lüderitz (Namibia) a la que asisten un centenar de niños de hasta 5 años, todos hijos de trabajadores de Novanam, que cuenta con 7 empleados. O el colegio de Champerico (Guatemala), en el que, con cerca de 500 alumnos, se imparten todos los grados formativos.

Inditex también apuesta fuerte por la RSC. En los últimos 15 años, el grupo de Amancio Ortega ha destinado más de 39 millones de inversión a proyectos educativos y de desarrollo comunitario de la oenegé Entreculturasen América Latina y África que han beneficiado a un millón de personas, según explica el grupo textil. Destacan otras aportaciones, como los 9,7 millones donados a proyectos de emergencia, desarrollo y empleo de Cáritasy Médicos sin Fronteras. Con esta suma se presta ayuda humanitaria a refugiados sirios en Kilis (Turquía) y al apoyo a las unidades de emergencia en República Democrática del Congo y República Centroafricana.

Grupo Calvo es otra de las multinacionales gallegas activas en RSC. Este año se ha incorporado al programa Made in Americas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). «Pretendemos promover una red empresarial local sólida en las distintas regiones latinoamericanas a través de la creación de cadenas de suministro locales para empresas multinacionales», explica.

Escuela de fútbol Calvo

Otro ejemplo: el municipio de La Unión, en El Salvador, es una de las regiones del país más castigadas por la violencia. Es también en este municipio en donde Calvo cuenta con una de sus cinco plantas. Por este motivo, en el año 2010 nacieron las escuelas de fútbol Luis Calvo Sanz en La Unión. «El objetivo es prevenir la violencia mediante la integración social de los colectivos más vulnerables, niños y adolescentes en riesgo de exclusión», dice el grupo. Actualmente participan 350 niños.

En la ciudad de Itajaí, en el estado de Santa Catarina (Brasil), puso en marcha en el año 2013 su Carrera Popular Gomes da Costa para fomentar la vida saludable. En la última edición se apuntaron 1.700 personas.

Jealsa Rianxeira desarrolla programas de RSC en Guatemala, Brasil y Chile, donde están asentadas sus filiales de la compañía con sede en Boiro. Trabaja en el ámbito medioambiental y colabora en programas de formación con colegios locales en materia de energías limpias.

Fuente: La Voz de Galicia